Aromatizar áreas específicas como la 1ra clase de un avión, trenes o buses incrementa el valor agregado y prestigio percibido por el cliente o pasajero.
Cuando una persona se decide a hacer un viaje, se debe tener en cuenta que cada paso que se da, desde el momento en que se compra el billete hasta la llegada al aeropuerto. Es un estímulo que, de no ser positivo, puede dar al traste con el viaje y generar mucha frustración.
Por eso, muchos aeropuertos han apostado por la creación de espacios tranquilos y seguros, convirtiéndose en el primer eslabón de la cadena turística, provocando sensaciones inolvidables para los viajeros y consiguiendo que vuelvan a viajar, gracias a los recuerdos evocados, con la seguridad de que su nuevo viaje será una vez más una aventura gratificante y feliz.
La aromatización de aeropuertos es una de las muchas formas en las que la aromaterapia ayuda a las personas a manejar con efectividad las sensaciones que les producen estados de alerta.
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